La especie estaba ampliamente distribuida por todo el Mediterráneo Occidental durante el Pleistoceno y su presencia se registró abundantemente en las costas del norte de África y Europa hasta el final del siglo XIX. Pero fue a principios del siglo XX, cuando comenzó una regresión clara de la especie. Hoy en día, la especie ha desaparecido casi por completo de las costas europeas.





Su presencia ha sido registrada en el sur de España, la mayoría en la bahía de Algeciras y en el dique externo del Puerto de Motril aunque existen pequeñas poblaciones en otros enclaves del litoral andaluz.
También se pueden encontrar en las costas de la isla de Alborán, costa norte y occidental de Córcega, Cerdeña, Islas de Pantellaria y Egadi y Toscana.
En todo caso, las poblaciones más importantes se encuentran actualmente en las costas del norte de África, destacando el litoral de Ceuta y Melilla, las Islas Chafarinas, las islas argelinas de Rachgoun y Habibas, alcanzando el cabo Bon y la Isla de Zembra (Túnez).
En la costa de la Ciudad Autónoma de Melilla existe una población importante de Patella ferruginea, de las mayores no sólo de España sino del mundo, que por sus densidades y distribución de tallas y, por tanto de sexos, hay que considerarla, sin ningún tipo de dudas, como población “normal” o reproductiva.